
"Si alguien piensa que los cristianos consideran la falta de pureza como el vicio supremo, están equivocados. Los pecados de la carne son malos, pero no son los peores. El pecado de manipular a la gente, la búsqueda del poder para aprovecharse de los demás, la calumnia, la mentira, el rencor, la venganza, el odio son peores que los llamados placeres de la carne. Porque hay dentro de mí dos tendencias que compiten con el ser humano que debo procurar llegar a ser: el ser animal y el ser diabólico; y de los dos, el diabólico es el peor. Por esta razón, siguiendo el pensamiento de Jesús, un frío y rígido fariseo, satisfecho de sí mismo, que va regularmente al templo, puede estar mucho más cerca del infierno que una prostituta. Pero, por supuesto, lo mejor es no ser ninguna de las dos cosas."
muy cierto.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pau.